El intendente Julio Garro nombró a René Favaloro como el "Sexto Sabio", y de esa manera el reconocido médico se convirtió en el primero de ese grupo nacido y formado en la ciudad de La Plata. “Estamos saldando una verdadera deuda”, valoró el jefe comunal, y recalcó: “Nos enseñó y dejó un legado muy grande”. 

Los Cinco Sabios simbolizan "el espíritu de una ciudad del conocimiento y la cultura, rica en historia, arte y ciencia”, señaló Garro, en referencia a Carlos Spegazzini, Alejandro Korn, Juan Vucetich, Florentino Ameghino y Almafuerte.

La designación de Favaloro tuvo lugar este sábado en el Museo y Archivo Dardo Rocha, e incluyó el descubrimiento de un boceto escultórico que será añadido al monumento emplazado en el Paseo del Bosque.

“Todos tienen algo en común: fueron contemporáneos, educadores e intelectuales que trascendieron su época y todavía perduran en la historia a través de sus obras”, agregó el jefe comunal, que estuvo acompañado por el secretario de Cultura y Educación, Martiniano Ferrer Picado; entre otras autoridades.

En otro pasaje del reconocimiento, el mandatario recalcó que la incorporación de Favaloro al selecto grupo tiene una particularidad: el cardiocirujano es el primero de los Sabios que nació y se formó entre las diagonales platenses. 

“Una persona reconocida en el campo de la Medicina y también por sus valores”, dijo Garro, y concluyó: “Definitivamente, una de las personalidades de quien más orgullosos nos podemos sentir como platenses”. 

En la ceremonia la heredera de Favaloro entregó al intendente Garro la pluma con la que Dardo Rocha firmó las actas de fundación de la ciudad y la pala con la que se simbolizó la construcción de la ciudad.

La familia del querido y admirado médico cardiocirujano apoyó la iniciativa y expresó: "Estamos de acuerdo con la propuesta que surgió desde la Municipalidad de La Plata, en un momento de cambios sociales, donde los valores, principios éticos, el compromiso social e ideales de nuestro tío no se pueden perder".

Breve reseña

Favaloro pasó los primeros 12 años de su carrera como médico rural en la comunidad de Jacinto Arauz, donde construyó un quirófano, formó enfermeras, creó un banco de sangre local y educó a los pacientes en la prevención de enfermedades comunes.

En 1967, desde Estados Unidos, comenzó a estudiar cómo utilizar la vena safena en la cirugía coronaria y llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada bypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue su trabajo más recordad.