

Un grupo de especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) comprobó que en ciudades de Latinoamérica los cementerios poseen una diversidad de especies de aves similar a los parques urbanos.
“Dentro de las áreas verdes urbanas, las más comunes y estudiadas en cuanto a la conservación de aves son los parques urbanos. Ahora, nuestro trabajo destaca el rol de los cementerios como refugios de biodiversidad en ciudades", detalló Lucas Leveau, primer autor del estudio e investigador del CONICET en el Instituto de Biología Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA), y destacó la importancia del mantenimiento y creación de espacios verdes en cementerios para la conservación de aves.
Para llevar adelante el estudio, el equipo internacional de investigación localizó cementerios y parques urbanos de similares características como el tamaño o su ubicación en la ciudad. También se consideró el nivel de urbanización rodeando cada sitio con imágenes de Google Earth Pro.
Dentro de cada sitio fueron contabilizadas aves con la metodología de punto de conteo, en la cual un observador u observadora cuenta todas las aves que ve o escucha durante 10 minutos.
Este procedimiento se realizó en 18 ciudades de ocho países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y México. Algunas ciudades relevadas fueron Buenos Aires (Argentina), Chilecito (Argentina), Santiago de Chile, Taubaté (Brasil), La Paz (Bolivia) y Ciudad de México.
En la ciudad de Buenos Aires, Leveau y sus colegas hicieron estudios en los cementerios de Chacarita, Flores y Recoleta, y los parques de Avellaneda, y otros ubicados en Belgrano, Agronomía y Parque Chas.
“Al comparar los cementerios y parques de las 18 ciudades de América Latina, encontramos que la cantidad de especies de aves aumentó en sitios con varios tipos de vegetación, como césped, arbustos y árboles, además de estructuras construidas por el hombre. También encontramos que la cantidad de especies aumentó en los sitios ubicados en zonas tropicales y de baja altitud sobre el nivel del mar”, puntualizó Leveau.
En total fueron detectadas casi 18 mil aves pertenecientes a 281 especies. El tipo de aves varió de acuerdo a la región en la que se ubicó la ciudad, pero en general se trata de especies que se alimentan en el suelo y anidan en árboles. Por ejemplo, en los sitios de Buenos Aires y Porto Alegre (Brasil), fueron comunes la Cotorra (Myiopsitta monachus) y el Zorzal Colorado (Turdus rufiventris), mientras que en La Paz (Bolivia) y Santiago de Chile fue común el Chingolo (Zonotrichia capensis).
“Al abarcar diferentes partes de Latinoamérica pudimos encontrar que el número de especies en cementerios y parques aumentó en ciudades de menor altitud y rodeadas por selvas”, indicó Leveau.
Las áreas naturales que rodean a las ciudades ubicadas en los trópicos selváticos y a baja altitud tienen más especies que las áreas áridas y de montaña, se detalló en el trabajo publicado en la revista de acceso gratuito PeerJ.
"A la luz de los resultados de la investigación, consideramos que el diseño de espacios en cementerios –así como también parques – con diferentes tipos de vegetación, como vegetación herbácea, arbustos y árboles, puede ofrecer recursos a un mayor número de especies de aves”, concluyó Leveau.