

El Observatorio Feminista de la Defensoría del Pueblo de la Nación nos dice que una mujer es víctima de femicidios cada 35 horas, que el lugar donde más asesinaron a las mujeres es el hogar, que el 19% realizó una denuncia por violencia de género, que se registraron más de 500 denuncias de violaciones por mes. Los femicidios no bajan.
El Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad realizó la primera encuesta prevalente contra mujeres en el país y estimó que el 45% de las mujeres atravesó algún tipo de violencia doméstica a lo largo de su vida.
En lo que va del 2023 se produjeron 52 femicidios. Datos que siguen alarmando. Nuestro país fortaleció los instrumentos de medición, la conciencia social y capacitación del funcionariado público, se visibilizan con mayor claridad. Pero los femicidios siguen ocurriendo y no bajan.
Se necesita un Estado no sólo que impulse la denuncia sino que acompañe. Una reforma judicial con perspectiva de género (acceso a la justicia, patrocinio gratuito, articulación), una política en clave de trabajo, más de nosotras en lugares de decisión, una transformación hacia una sociedad más igualitaria.
Seguimos gritando Mujeres Trabajadoras, Cuota Alimentaria, Mujeres a la Corte, Democracia Paritaria. Porque la Deuda Es Con Nosotras.