

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación otorgará un subsidio extraordinario por la suma de 80 mil dólares destinado a cubrir el costo del servicio de lanzamiento a órbita del USAT I, un pequeño satélite desarrollado por el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
La adquisición de este servicio permitirá el cumplimiento de la misión, la validación en órbita de todas las tecnologías desarrolladas y la generación de herencia de vuelo para todos los componentes utilizados.
El resultado de este proyecto, según fuentes universitarias, será el desarrollo de tecnología satelital propia para su uso en misiones de pequeños satélites, compatible con el estándar CubeSat.
El lanzamiento a órbita del USAT I que se llevará a cabo en Estados Unidos, y aún no tiene una fecha establecida, es una parte crítica del proyecto, ya que será lo que permita la validación en vuelo de las tecnologías desarrolladas.
El acto de rúbrica, por el cual el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación hizo entrega del subsidio, fue encabezado por el ministro Daniel Filmus, el presidente de la UNLP, Martin López Armengol, y el decano de la facultad de Ingeniería, Marcos Actis, entre otros funcionarios e investigadores.
"Todos los temas que la UNLP toma tienen que ver no solo con el avance del conocimiento, sino también con una necesidad y preocupación por las necesidades concretas de las y los bonaerenses, como ser la economía popular, los temas relacionados con la vivienda, la vacuna, la ciencia y tecnología, y eso genera una cultura de trabajar para resolver los problemas de desarrollo territorial”, destacó Filmus.
Por su parte, López Armengol felicitó a la Facultad de Ingeniería y valoró “la enorme trascendencia que tiene el desarrollo de este satélite para la Universidad de La Plata y para todo el sistema científico”.
Es el primero de una serie de 5 CubeSat que tiene proyectado construir la Facultad de Ingeniería. En este caso, se trata de un CubeSat 3U, es decir, un pequeño satélite que mide 10 centímetros por 10 centímetros por 34 centímetros y pesa alrededor de cuatro kilos.
El equipo que lleva adelante la iniciativa, conformado por investigadores del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) del Departamento de Ingeniería Aeroespacial y del grupo de Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) del Departamento de Electrotecnia, recibió los componentes que van a formar parte del USAT I e iniciará próximamente el proceso de ensamblado.
Al respecto, la ingeniera Sonia Botta, coordinadora del proyecto, indicó que el subsidio será para afrontar parte de los gastos del lanzamiento, que se llevará a cabo a través de una empresa española cuyos cofundadores son argentinos.
“UARX va a ser la encargada de gestionar el servicio de lanzamiento. Es decir, nos van a conseguir el huequito para que pongamos nuestro satélite en órbita”, graficó Botta.
“La misión de este satélite será la demostración tecnológica de técnicas científicas utilizando GNSS para la observación de la Tierra. Estas técnicas que utilizan señales GNSS permiten realizar observaciones atmosféricas (presión, temperatura, humedad), según su orientación, u observaciones del suelo (por ejemplo, humedad, altimetría, rugosidad del suelo, vegetación).”, señaló, por su parte, Marcos Actis, decano de Ingeniería y director del CTA.
“Para UARX es un orgullo poder llevar a órbita el primer Cubesat Universitario Argentino. Estamos muy contentos con la firma de este contrato y habiendo formado parte de sus revisiones técnicas, estamos contagiados del gran entusiasmo de Sonia y su equipo en este proyecto”, expresó Andrés Villa, CTO y cofundador de UARX Space.
“A lo largo del año fuimos recibiendo los componentes de vuelo que ya están en sala limpia, listos para integrarse al satélite. Estos son los actuadores de Actitud, una rueda de reacción y tres barras magnéticas. Se trata de las piezas más importantes del satélite porque nos van a permitir cambiar entre los modos de adquisición de señal de datos, que son la radioocultación y la reflectometría”, explicó Botta.
Vale destacar que la radioocultación GNSS (GNSS-RO) es una de las técnicas más utilizadas en estudios atmosféricos, tanto en la región neutra como en la ionósfera.
En tanto, la reflectometría GNSS (GNSS-R), que es una técnica más reciente, se puede emplear para estudiar la superficie terrestre. “Para poder alternar entre esos dos tenemos que poder cambiar de actitud, y estos componentes nos van a permitir hacer eso”, señaló la ingeniera.
En este sentido, el grupo SENyT se encargó del diseño, construcción y prueba tanto de la placa electrónica para gestionar las comunicaciones entre el satélite y una estación terrena, como así también de sus respectivas antenas, que trabajan en banda S y en UHF.
"Y ahora se encuentran en fabricación los módulos electrónicos que estiman la orientación del satélite a partir de sensores y permiten modificarla dentro de cierto rango de operación, según sea conveniente para la toma de datos de la misión científica”, detalló el ingeniero Santiago Rodríguez, integrante del SENyT.
El ingeniero agregó que también se encuentra en fabricación la computadora del satélite, que es la encargada de supervisar y comandar la electrónica del satélite, como así también la carga útil, que será un receptor de GPS diseñado en la Facultad de Ingeniería orientado a navegación satelital.
“Nuestro receptor, además de resolver la ubicación del satélite en el espacio, permitirá obtener datos de señales de radioocultación y reflectometría. La primera utiliza señales GNSS para extraer información de la atmósfera, mientras que la otra, aprovecha los rebotes de dichas señales en la superficie terrestre para caracterizarla. Esta misión permitirá validar las cinco antenas del USAT I, las cuales fueron diseñadas, construidas y ya se encuentran probadas por el SENyT. También podremos evaluar en órbita el desempeño de nuestro receptor GNSS y los datos obtenidos para demostración de reflectometría y radioocultación”, indicó Botta.
Por último, el ingeniero Simón Lombardozzo, también integrante del SENyT, se refirió a la complejidad de trabajar con piezas que se usarán en el ámbito espacial.
“No es como hacer una placa para una computadora. Se necesitan cuidados especiales y procedimientos detalla-dos para el soldado y prueba de todos los componentes del satélite", afirmó.
Lombardozzo mencionó además que las antenas de comunicaciones que van arriba del satélite, que podrían comprarse, pero a un costo elevado, fueron diseñadas en la Facultad.
En este proyecto, los integrantes del CTA se encargan de la parte mecánica, térmica y de gestión de sistemas, como así también del diseño del sistema eléctrico del satélite (bate-rías y distribución de potencia).
“Lo bueno de estos proyectos con CubeSat es que son relativamente de bajo costo y eso permite que los alumnos de 3ro, 4to y 5to año se sumen y puedan ver algo producido y funcionando. Para nosotros, como institución, es muy importante que los estudiantes ad-quieran experiencia. Al formar parte del proyecto, cada estudiante se involucra de manera práctica en un proyecto interdisciplinario de ingeniería, lo que enriquece su formación profesional complementando a la formación académica.”, reflexionó Rodríguez.
El proyecto satélite universitario está integrado por ingenieras e ingenieros aeroespaciales, aeronáuticos, electromecánicos y electrónicos, entre otras especialidades. Además, cuentan con la colaboración de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de la CONAE.