El objetivo de fortalecer un peronismo que nos represente, que oiga las demandas de la ciudadanía está cada vez más cerca de cumplirse. Máximo Kirchner es quien encierra militancia a la par de la juventud y quien propone nuevos desafíos. 

Además, da cuenta del proceso de apertura y reconfiguración de un peronismo que construye unidad en la diferencia, que contiene diversas vertientes, que entiende la necesidad de sumar al sindicalismo, en un momento en que las agendas globales van por la flexibilización laboral.

Con Máximo, el peronismo vuelve a una matriz movimientista, en la que también existirá un reconocimiento al importante aporte que realizan las y los Intendentes/as al proceso de organización política y comunitaria.

Con Máximo Kirchner, quien logró el consenso de los intendentes bonaerenses y de los referentes barriales de cada uno de los distritos, podremos potenciar los principios del partido y mirar hacia adelante. Es justamente en el debate interno, en la contraposición de miradas, experiencias, territorialidades y lógicas de abordaje donde se construye la riqueza innovativa que caracterizó al peronismo del 45, de los planes quinquenales, del pulqui y la democratización del goce.

Hay que destacar y felicitar a la compañera Victoria Tolosa Paz, quien es consejera del PJ nacional y también lo será en el territorio bonaerense. Es un ejemplo de construcción y militancia. Con su juventud colaborará para hacer un partido cada vez más consolidado.

Llegó la hora de afianzar al peronismo, para desde allí levantar las banderas de la justicia social, como siempre lo ha hecho, pero también las de la justicia ecológica y la justicia antipatriarcal. Ello, en base a los enormes desafíos geopolíticos, que están reconfigurando el mundo tal como lo conocimos, y en el marco del desarrollo de la cuarta revolución industrial. Con estas prioridades, con Máximo a la cabeza, podremos fortalecer las bases para que el PJ bonaerense se haga cada vez más fuerte.