jueves 29 de mayo de 2025 - Edición Nº 29.188

Información General | 3 sept

Entrevista

Por qué avanza un proceso de pauperización de la Salud Pública: "La tercerización de lo rentable"

La denominada “Cobertura Universal de Salud” (CUS) decretada en julio de 2016 por el gobierno nacional, instaura una nueva y peligrosa avanzada de los sectores del poder económico sobre un bien común, fundamental para todos los argentinos: la salud pública, universal y gratuita. Dialogamos con Juan Porto, secretario general de la Asociación de Profesionales del Hospital San Martín de La Plata y miembro de la CICOP.


El plan que crea la Cobertura Universal de Salud (CUS), que involucra a unos 15 millones de personas que se atienden en los hospitales públicos establece un punto de inflexión en el sistema de salud pública argentina.

Los “beneficiarios” del programa (impulsado por los organismos multilaterales de crédito y en línea con los pilares básicos que propone el Consenso de Washington) obtienen una credencial, con una historia clínica unificada y serán los principales afectados por el programa, que ya empezó a aplicarse en forma gradual.

“Se invierte un presupuesto importante en salud, y todos los argentinos compartimos que es una prioridad de la inversión del Estado, pero no hay un foco real en los que más lo necesitan ni en premiar los mejores tratamientos o técnicas. Hoy estamos dando los primeros pasos para ordenar y hacer más integrado, equitativo y eficiente este sistema”, dijeron desde el Gobierno en un comunicado para plantear su posición sobre la CUS .

Info BLANCO SOBRE NEGRO dialogó con Juan Porto, secretario general de la Asociación de Profesionales del Hospital San Martín de La Plata.

“Lo primero que hay que aclarar es que la llamada Cobertura Universal de Salud no está suspendida, por el contrario, tiene vigencia legal, es el decreto 908 del año 2016”, explicó el entrevistado al inicio de la charla con este portal.

¿Pero ya comenzó a aplicarse en los hospitales que dependen de la Provincia?

Se está aplicando lentamente, por ejemplo las ambulancias del SAME de la ciudad de La Plata dicen “Programa de salud cobertura universal”. Ya está en marcha, es lo que se viene.

¿Se puede explicar resumidamente qué es lo que cambiaría o cambiará este programa?

Es un tema que para desarrollarlo en detalle se necesita una charla muy extensa. La “cobertura universal de salud” es un programa que se está aplicando en varios países de América Latina, que es avalado y financiado por el Banco Mundial y por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se basa en un seguro de salud financiado por el Estado. O sea, el gobierno lo fundamenta diciendo “vamos a hacer que 16 millones de personas que no tienen obra social tengan un seguro de salud, tengan cobertura”.

Es por esta razón que recrudece la pelea por el dinero de las obras sociales?

Claro, son 28 mil millones que se le dieron a la CGT para el fondo de las obras sociales, de los cuales 8 mil millones se usaron para iniciar este proyecto de “cobertura universal de salud”. En definitiva, parte de una falacia, porque el decreto dice que hay 15 millones de personas que no tienen cobertura cuando ya hay un sistema publico de salud que atiende a la mitad de la población argentina.

¿Y qué innova esta llamada cobertura universal de la salud?

Lo que busca el Banco Mundial a través del gobierno es mercantilizar la salud pública…

O sea que las personas que no tienen obra social quedarían incorporadas por el sistema universal y algunas de las prestaciones de los hospitales públicos comenzarían a arancelarse?

No es exactamente eso, pero lo que cambia es que si una persona no puede pagar una prestación, el pagador es el Seguro (la CUS), eso pasaría con las 16 millones de personas.

¿Y el dinero para el Seguro quién lo pone? El Banco Mundial?

Al seguro lo financia el Estado.

¿A quién se lo paga el estado? ¿Sería como la obra social estatal ProFe (que no tiene cobertura en casi ningún lugar del país) pero extendida a todos los desocupados?.

Exactamente, como estamos hablando de 16 millones de personas que van a tener un seguro, es muy probable que se puedan atender en un privado. El objetivo es este: año tras año se vino disminuyendo el presupuesto de salud, bajó de 6,34 al 5,60 del producto neto provincial, aproximadamente. El tema es que los hospitales están en crisis y en vez de poner la plata para resolverla , tener más personal , solucionar los problemas de infraestructura, de falta de aparatologia y tener a los trabajadores con un sueldo digno, ponen el dinero en un seguro de salud para mercantilizar la salud pública.

¿Ya se están haciendo trasferencias de partidas a ese seguro?

Todavía no. Es un decreto, el 908 del año 2016, cuyos fundamentos ni siquiera fueron explicitados en la norma, que salió por decreto, repito.

¿Y la oposición no dijo nada cuando se dictó ese decreto?

No, no dijo nada. Porque el candidato como ministro de Salud de (Daniel) Scioli era Ginés Gonzalez García que apoya este modelo llamado ‘cobertura universal de salud’. El candidato a ministro de Salud de (Sergio) Massa era Rubén Torres, un sanitarista que también apoya la cobertura universal de salud , y Cristina (Fernández de Kirchner) tenía a Juan Luis Manzur, el actual gobernador tucumano , que también (como otros gobernadores) firmó en el 2015 la adhesión a la llamada cobertura universal de salud.

¿Cómo se explica que avance sin hacer ruido un decreto, ni siquiera una Ley aprobada en el Congreso, que perjudica tanto a los sectores más vulnerables?

Porque se puede decir que hay una decisión del sistema político dirigente de vaciar el sistema de salud público, es algo muy grave.

Hablando de los actores sociales, ¿cuáles son los que presionan para que avance esto?

Los laboratorios, los grandes prestadores médicos, algunas cámaras. Leyendo el decreto te encontrás que dice claramente: “todo aquello que no puede ser realizado en el hospital público se realizará en instalaciones privadas” . El tema puntual es el siguiente: la crisis de la salud pública ha llevado a que hoy en día en los hospitales haya servicios en los que no se pueden hacer algunas prestaciones. Por ejemplo ocurre en el conurbano en los servicios de neonatología, o en algunas terapias intensivas por falta de aparatología. Hoy es bastante común que cuando no anda el resonador del hospital San Martín, para hablar de un caso de la ciudad de La Plata, el Ministerio financie esa resonancia en una institución privada . Porque el decreto 908 dice que todo aquello que no se pueda realizar en el hospital se realizará en instituciones privadas. Entonces, esa transferencia hoy ya existe. E involucra a muchas prestaciones que brinda el hospital público. Cuando no hay un stend para colocar en el efector público, se lo coloca en una institución privada, o cuando no hay un resonador también. Se va a acelerar ese proceso de transferencia económica de lo público hacia lo privado. Los grandes beneficiarios van a ser, indudablemente, las empresas médicas, los prestadores que no pertenecen al Estado.

¿Mejoró en algún aspecto la salud pública desde que asumió María Eugenia Vidal? ¿Se puede comparar su gestión con la de Scioli desde tu punto de vista?

Globalmente la salud pública está en una caída que no ha parado, y que sigue al mismo ritmo desde la época de Scioli. Ahora que está Vidal lo único que hubo, por lo menos en 2017, fue una mejora en la compra de insumos en la primera mitad del año, como no había hace tiempo. Significa que agilizaron el sistema de compras, lo que no quiere decir que sea más transparente, además ya lo ejecutaron todo, y todavía faltan cuatro meses para que llegue el último día de diciembre.

¿Pensás que lo ejecutaron tan ráidamente porque hay un período pre electoral?

Sí, totalmente. Pero insisto, con la aplicación del decreto de la cobertura universal la tendencia es hacia la disminución progresiva del presupuesto. Es más, estuvo el vicepresidente de los Estados Unidos y habló con Macri para seguir el ajuste fiscal, uno de los fuertes de este gobierno. Lo que no queda como presupuesto genuino, porque hay achique fiscal, se va (como lo establece el decreto) a lo que se llama autogestión hospitalaria, que es acentuar los mecanismos de facturación a las obras sociales, o sea acompañar la disminución del presupuesto con un aumento en la facturación a las obras sociales. Incluso buscan que el hospital público de autogestión compita con aquellos que tienen obra social y que en un futuro van a tener este seguro de salud de la cobertura universal. Van a competir, por ejemplo, el Policlínico San Martín con el Instituto Médico Platense en la calidad prestacional, pero con menos presupuesto, con mucha más demanda y con una inversión absolutamente despareja .

Es un proyecto histórico del Banco Mundial, forma parte del paquete de reformas neoliberales , sería algo así como una competencia con ganadores y perdedores, que no tiene que ver con las prestaciones sanitarias sino con lo económico, es la reducción del gasto a fondo.

Encima el hospital público está en una crisis de tal magnitud que un discurso privatizador entra muy bien en la sociedad…

No es que van a privatizar toda la salud, sino la gestión, lo que van a hacer es tercerizar las cosas que son rentables económicamente. El sistema está basado en una canasta básica de prestaciones, es muy importante ese tema.

¿Es menor lo que se va a exigir que las actuales PMO (Prestaciones Médicas Obligatorias?

No está definido eso, se formó un ente nacional que va a establecer algunas de estas cuestiones.

¿Lo va a definir un ente estatal por una resolución? Es aberrante.

Sí, así es.

¿Hay legisladores nacionales que tengan esto en la agenda?

No tengo conocimiento de eso, pero se presentó una nota desde distintos sectores que están en contra de la cobertura universal de salud, tengo entendido que se presentó en la Cámara de Diputados para que tomen posición al respecto, pero eso no puedo asegurarlo .

¿Cómo creés que se explica que algo tan grueso, tan importante, no tome estado público y sea debatido en forma masiva?

Si te fijas en Google, la cobertura universal de salud ya se está llevando adelante desde la década del 90 en Chile, Colombia y México, o sea ya se vieron los efectos y se sabe concretamente que ese modelo de “cobertura” (la CUS) ha beneficiado a grupos económicos, que ha desmantelado la salud pública y que ha precarizado a los trabajadores de la salud. Ningún índice sanitario, como por ejemplo mortalidad infantil, muestran datos que respalden este decreto.

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