Desde que el capitalismo se impuso como modelo hegemónico luego de la caída del Muro de Berlín, en el año 1989, el mercado avanzó fuertemente para mercantilizar todo lo que sea posible, incluso las fiestas religiosas como la Navidad. 

No obstante, el capital no pudo con todo. Hay celebraciones que aún resisten, como pueden, su avance casi imparable, en el marco de una sociedad más consumista. Una de ellas es Semana Santa, donde se conmemora la muerte y resurrección de Jesús. 

Info Blanco Sobre Negro dialogó con Mariano Salvador, cura párroco de la Iglesia San Cayetano de La Plata, quien sostuvo que la festividad "aún mantiene su sentido más piadoso y religioso". 

"La Semana Santa invita más a la oración y contemplación y a visitar la Iglesia para recordar la muerte y resurrección de Cristo", agregó Salvador, y destacó: "Si bien, por el fin de semana extra largo, se ha notado una merma con respecto a los años anteriores, este viernes ha venido mucha gente". 

Además, el sacerdote resaltó que la tradicional visita a las siete iglesias, recorrido que se hace todos los años a esta altura, "fue muy grande" en la ciudad. 

Orígenes e historia de la Semana Santa

"Desde los orígenes cristianos se celebra Semana Santa", recordó Salvador, y añadió que "hay una conexión muy profunda entre la Pascua judía, momento en el que ocurrieron los hechos históricos, y la cristiana". 

No obstante, Mariano Salvador aclaró que en los comienzos de la celebración "la Iglesia estaba perseguida y había que preparar a la gente a escondidas, y asegurarse que no tuviera dobles intenciones". 

Más acá en el tiempo, unos cincuenta años atrás, durante el Viernes Santo no se pasaba música comercial ni en radio ni en televisión, únicamente se escuchaba música sacra, y tampoco había actividad comercial en las calles. 

"Eso cambió en la actualidad, incluso muchos aprovechan para irse de vacaciones", agregó Salvador. Aunque destacó que "en los últimos años el Viernes Santo tiene un sentido más trascendente". 

Orígenes de los Huevos de Pascua

El origen de los huevos es cristiano y viene de los países europeos. Según contó el entrevistado, "representan la vida que nace".

Es que en el siglo IV los cristianos católicos, durante los días previos a la Semana Santa extendían la abstinencia de la Cuaresma y no podían comer, entre otras cosas, carne, huevos ni productos lácteos durante 40 días.

Con el fin de no tirar los huevos durante esos largos días y mantenerlos frescos, los bañaban con una fina capa de cera líquida. Una vez finalizada la abstinencia  (la Cuaresma)  el Domingo de Pascua  los fieles se reunían delante en la iglesia para festejar la resurrección de Cristo y los regalaban a los feligreses.