Información General | 9 ago 2022
Con local en 25 y 44, una empresa de La Plata fabrica mil alfajores por día y llega hasta Misiones
Dialogamos con uno de sus socios, Fernando Muñoz.
Fuente: Instagram de Monje Negro
Por: Federico García
El sábado pasado la empresa de alfajores platense “Monje Negro” obtuvo un premio en el Mundial del Alfajor que se llevó adelante en Galería Central de la Ciudad de Buenos Aires hasta el pasado 6 de agosto, en el marco de la Feria Argentina del Alfajor.
La empresa fundada hace cinco años por Pablo Novas y Germán Aenlle, y otra persona más que luego vendería su parte a Fernando Muñoz, ganó en la categoría “Mejor textura” con su variedad de cacao intenso. El jurado votó de acuerdo a cómo confluían las distintas materias primas de la mencionada golosina dulce.
El alfajor ganador tiene una tapa de cacao y un doble baño de chocolate semiamargo, y comparte cartel con las variedades de chocolate tradicional, blanco y maicena. Próximamente, según anticipó Muñoz a Info Blanco Sobre Negro, el emprendimiento sumará uno nuevo bañado en chocolate blanco.
“Estamos hace cinco años, pasamos la pandemia que fue muy dura y resurgimos hace un año”, recordó el vecino de la ciudad en diálogo con este medio.
El local de venta al público, donde la empresa también comercializa su propio café, está ubicado en 25 y 44. Y la fábrica donde se realizan los alfajores, en 39 entre 27 y 28.
Vale destacar que ninguno de los tres socios, que tienen otras actividades además del mencionado emprendimiento, tenía experiencia en la pastelería, sino que fue una oportunidad de negocios que les pareció interesante, y "se metieron".
Cuando compraron las máquinas también los socios tuvieron una primera aproximación a la tarea de hacer alfajores así como la primera receta, que luego fue mutando hasta ser la que existe hoy.
En la actualidad, además de vender en La Plata desde su local y a otros comercios, también comercializan en Chascomús, Tres Arroyos, Necochea y Misiones. En esa provincia del norte argentino tienen buena repercusión por la demanda de los vecinos brasileños.
Los chocolates son semi artesanales porque una parte se hacen con máquinas y otra parte manual.
Los realizan entre los socios, con la ayuda a veces de algún amigo, durante media jornada. “Por suerte tenemos poco stock porque vendemos mucho”, resaltó Muñoz.
En solo un día los tres socios fabrican alrededor de mil alfajores, con un método de producción que pasa primero por una dosificadora donde se le pone dulce de leche a una de las tapas y acto seguido se le pone manualmente la otra tapa arriba, después se pasa el alfajor por una bañadora, luego por un túnel de frío donde los socios los reciben manualmente del otro lado y los ponen en una máquina que se llama flowpack para empaquetar los alfajores, tras lo cual son introducidos en cajas de a doce unidades.
Aunque por el momento no tuvieron problemas con los envoltorios ni por desabastecimiento, Muñoz manifestó que ante cada subida del dólar sí les suben los costos.
Por último, el emprendedor le reveló a Info Blanco Sobre Negro por qué se llama así la empresa: “Viene por un monje millonario de Florencia (Italia) que proponía hacer una hoguera de las vanidades y que se quemen todas las cosas de valor para poder entrar en la espiritualidad, ya que según él la riqueza era un tema espiritual”, y agregó que la idea de Monje Negro es que la gente no coma un alfajor simplemente sino que sea "una experiencia más abstracta y sensorial".
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