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Cultura | 5 may 2023

Delio Valdez "es el Dios de la Cumbia y nos acompaña de distintas formas, según los momentos que estemos pasando"

Entrevistamos a María Ximena Gallina, "percusionista, cantante y murguera" QUe integra La Delio Valdez. Una ascendente banda cuya singularidad es, entre otras, funcionar en forma cooperativa. El 24 de mayo "La Delio" se presentará en Ensenada con entrada gratuita.


Por: Federico García

La Delio Valdez comenzó a sonar en la ciudad de Buenos Aires durante el año 2009. Además de lograr "una mezcla de cumbia, orquesta y sonidos más tropicales", como dijo alguna vez Manuel Cibrián, uno de sus fundadores. 

Tiene varias particularidades. Se trata de una banda que además de funcionar cooperativamente entrega una propuesta musical extremadamente prolija, y sobre todo potente, que no para de ascender y ganar seguidores en todas las clases sociales y entre el público de todas las edades. Es, aunque no tenga mucho que ver con la mítica formación de García y Mestre, una auténtica banda sui generis.

En una entrevista que brindó al canal 12 Cibrián explicó cómo apareció el señor Delio Valdez:  “Es una especie de personaje imaginario que tenemos en la cabeza pero que todavía no vimos”, explicó. 

También describió a la música de la banda, integrada por 15 músicos, como "una mezcla de cumbia, orquesta y sonidos más tropicales, también de reggae y salsa”. 

 

 

Info Blanco Sobre Negro entrevistó a María Ximena Gallina, "percusionista, cantante y murguera".

La artista contó que su "camino musical" arrancó "con las murgas de Buenos Aires, la de bombo con platillo", y añadió: "En ese camino se me abrió un mundo increíble de música, en especial con la posibilidad de desarrollarme como artista".

Ese recorrido había comenzado con la murga Los Descontrolados de Barracas cuando tenía entre 10 y 12 años. Ahora confiesa: "Nunca me pregunté qué quería hacer porque ya estaba haciendo lo que me gustaba".

 

 

¿Cómo surgió la idea de armar La Delio?

La Delio Valdez se forma a partir de amigues que deciden hacer música juntes y no solamente hacer, sino estudiar. Eran varios instrumentistas, y no es que desde un principio la tuvieran superclara con la cumbia, sino que fue surgiendo la cuestión de investigar ese género e ir armando la banda. 

Mientras íbamos investigando qué sucedía con este formato orquesta, que además tenía y tiene tantos vientos, decidimos encarar este género desde ese palo orquestal. Por esa decisión hubo que investigar mucho, y a medida que íbamos probando cosas nos íbamos dando cuenta de cómo sonaban, y de qué cosas no sonaban tan bien.

Empezamos tocando clásicos de las cumbias colombianas, mexicanas, y de otros países. Todo el recorrido americano de esta música, la que hacemos, tiene diferentes sonoridades. Y en esta investigación es que La Delio va encontrando su sonido y va encontrando su manera, el sonido que lo identifica.

Desde un principio sabíamos que si queríamos no sé si vivir de esto, pero sí ir creciendo, teníamos que ponerle mucho. Al principio compartíamos económicamente las pérdidas, todes pusieron (yo no estaba en los inicios), se compartían las cosas lindas y las no tan lindas, mucho ensayo y trasladarse de noche, y poner guita. Y nos dimos cuenta de a poco que nuestra manera de encararlo ya existía en nuestro país en formato de cooperativa, si bien no siempre lo fuimos,  nos dimos cuenta de que nuestra manera de funcionamiento se podía identificar con el funcionamiento de las cooperativas.

Acá, en Argentina, no hay mucha historia de cooperativa artística. Sí se manejaba de esa manera la orquesta de Osvaldo Pugliese, pero no en el género de la cumbia ni luego de esta orquesta. Es como que son más conocidas las cooperativas de ortos rubros, como por ejemplo el gastronómico. Hace cuatro años que somos una cooperativa con todo el marco legal que las caracteriza.

 

 

 

 

 

¿Cómo lograron organizarse de esa manera tan horizontal?

Depende del momento. En la actualidad tenemos una comisión directiva, asambleas una vez por semana o cada 15 días dependiendo los temas a tratar. Que pueden ser agenda, producción, vestuario, colaboraciones con otres músiques, arreglos musicales, organización de la sala de ensayo, pasar repertorio, merchandising del almacén de La Delio donde vendemos nuestros productos, y otras cosas. Por ejemplo,  lo que tiene que ver con prensa, la contabilidad, y hay muchas comisiones que van funcionando y cada une está dentro de la que tiene qu estar. No son eternas pero estamos agrupados de acuerdo a los intereses de cada uno y los tiempos disponibles, pero naturalmente nos vamos organizando de acuerdo a lo que haya que hacer.

Es una máquina divina que ya está andando y vamos respondiendo a lo que haya que hacer. La asamblea que organiza los festivales no es la misma que la que está pensando en cómo va a seguir la agenda de La Delio con los recitales en el Luna Park del 16,17 y 18 de junio de este año, por ejemplo.

 

 

 

 

¿Cuándo sentiste que estaban dando el paso hacia lo masivo?

Cuando festejamos los diez años en el Gran Rex.  Fue bastante importante con lo que significaba tocar en ese lugar, y lo que significó hacer una producción y un show no solamente para compartir nuestros temas del primer disco de temas originales, “Sonido subtropical”.  Esa vez también encontrarnos todo el potencial para hacer un show y sumamos la idea de incorporar más elementos para acompañar la propuesta musical.

Después vino la pandemia y estuvimos parados bastante tiempo. Nos la rebuscamos pero me parece que fue un momento en que la gente necesitó mucho de la música, buscó mucho la música. En esa etapa las personas empezaban a compartir trabajos nuestros a través de los dispositivos digitales y las redes, y también salió el material en vivo de los diez años de historia del grupo.

En ese momento también pudimos tener tiempo no solo para componer el disco que siguió, que fue “El tiempo y la serenata”, y para compartir de manera digital nuestro material, que llegó a personas que quizás no nos conocían y empezó a rodar.

Hicimos un streaming, tuvimos muchas devoluciones, creció muchísimo el público y nosotros estábamos del otro lado proponiendo una música que junta a la gente, que la une, que nos encuentra en el movimiento del cuerpo, en la alegría, en levantar un vaso de vino, de ron, de birra para compartir con amigues, en un momento en que no se podía compartir.

Y creo que en ese momento la música significó la unión y el encuentro de las personas que no podíamos juntarnos presencialmente,  y ahí también hubo un crecimiento muy importante de la banda a nivel masivo.

 

 

 

 

 

¿Por qué eligieron ese nombre?

La Delio Valdez se llama así porque teníamos que tocar en un programa de radio hace bastante tiempo, cuando recién se armaba, y hubo una reunión donde se propusieron distintas posibilidades. Se eligió, se votó y se acordó tener nombre en ese programa de radio. Pero La Delio tomó mística y significado desde que pensamos ese nombre, y con el pasar de los años cada vez se resignifica más.

Es como nuestro dios o diosa inspiradora, nuestra musa, nuestra mística, a quien le dedicamos nuestro trabajo, que existe pero no existe, como el Dios Momo del carnaval. La Delio es el Dios de la Cumbia y nos acompaña y toma distintas formas dependiendo de los momentos que estemos pasando como grupo y como personas, dedicándonos al arte y eligiendo este modo de vida.

 

 

Por último: ¿cómo definirías a La Delio Valdez?

El ser una banda independiente, el ser una cooperativa independiente significa que defendemos y militamos poder tomar nuestras propias decisiones en todo el arte y nuestro proyecto. Ello implica que no nos identifica y no nos vemos representades por ningún sello discográfico de la gran industria. Ssí los conocemos y conocemos artistas que están representados por estos sellos y lo compartimos, porque son trabajos increíbles. Pero desde que La Delio toca nos encontramos que trabajando con este tipo de producción y de mística que proponemos era imposible hacer circuitos de bailanta de cumbia, cinco o seis shows por noche. 

Nuestra propuesta implica tanto trabajo técnico y organización, tanta logística anterior y posterior a las fechas, que no nos vemos haciendo cinco o seis shows por noche. Y por el tema de que somos una cooperativa independiente y hacemos todo lo que hace una productora o sello, eso también requiere  una disponibilidad de cuerpo y mente que quizás no existiría si te dedicaras solamente a tocar.

Esto hace que no podamos sentirnos identificades con esto de hacer cinco shows por noche o de que nos represente un sello y no poder organizar la agenda de acuerdo a nuestras estrategias y organizaciones independientes.

Pero el ir encastrando dentro de la gran industria musical va sucediendo, no sé si buscamos seguir subsistiendo en esa gran industria, no sé si fue un objetivo,  pero de a a poco se fue dando y al ser nuestra propuesta independiente tiene muchísimo mérito que estemos dentro de los números de esta industria. Que estemos representando a la Argentina y Latinoamérica es una gran responsabilidad, y mientras la gente elija seguir escuchándonos estamos dispuestos a seguir compartiéndola. Eso es algo que dentro de la cooperativa creemos que es nuestro estilo de vida, y queremos seguir compartiendo nuestro trabajo de esa manera. 

 

 

 

 

 

 

 

 

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